Vicky Larraz, Desireless o Samantha Fox vuelven a la televisión española

Aunque la excusa sea absurda -enfrentar décadas para elegir la mejor- lo importante es que se está volviendo a hacer televisión musical en nuestro país, y además con figuras internacionales que acapararon los primeros puestos de las listas de éxitos años atrás.

Cuestionable es la elección de Carlos Sobera a la hora de conducir un espacio como éste -el contrato que mantiene con Televisión Española tiene que rentabilizarse- además del ridículo duelo entre equipos con enfrentamientos según temáticas (acontecimientos sociales, películas, baladas...) o la elección de los ex-concursantes de Operación Triunfo -la mayoría salidos de las últimas ediciones de Telecinco- para interpretar unos popurrís que en la mayoría de casos no contienen precísamente lo mejor de cada década.

Pero a pesar de sus innegables defectos, aplaudimos a la televisión pública por apostar por un formato que hacía años que se había perdido: un programa musical con figuras de talla internacional. Los últimos espacios que dedicaban algún hueco a artistas internacionales fueron Musica Sí -en contadas ocasiones-, Operación Triunfo -recordamos a Lenny Kravitz o Mariah Carey- o un efímero El Programa de los lunes, que llegó a traer a Bonnie Tyler o a la mismísima Lisa Stansfield.

Lo que mejora aún nuestra opinión hacia Los mejores años de nuestra vida es que las actuaciones, en su mayoría, son en directo. Este matiz nos permite abrir un amplísimo abanico de opinión sobre cómo han evolucionado las voces de las estrellas con el paso del tiempo. Tal es así, que escuchar la ronca voz cultivada por el tabaco de Pino D'Angio nos desilusionó, aunque Samantha Fox nos demostró que su voz ha aguantado el paso del tiempo al igual que su impresionante físico.

En la segunda entrega del programa Bonnie Tyler demostró seguir siendo la versión femenina de Rod Stewart, con su inconfundible voz rasgada, en It's a heartache, aunque nos hubiese gustado mucho más escuchar Total eclypse of the heart o Holding out for a hero -pero representaba a los 70 y no a los 80...-. Inevitablemente en playback -ya que Olga de Souza nunca cantó la canción, sino que trabajó sólo como frontwoman- salió también al escenario la imprevisible Corona, que nos recordó el pelotazo del '94 The rhythm of the night.

Pero el no va más de la nostalgia ocurría el pasado martes cuando no dábamos crédito a lo que veían nuestros ojos cuando anunciaban nada más y nada menos que a Vicky Larraz. La española afincada en Miami hacía casi veinte años que no pisaba un escenario y tuvo el valor de interpretar su eterno Bravo samurai, aunque ya sin la energía, el chorro de voz ni la belleza -la cirugía estética no siempre favorece- de 1987. La adrenalina siguió a flor de piel durante todo el programa, por el que desfilaron Gary Low -este sí en playback- o Desireless, que sigue sin dejar a nadie indiferente con su look.

En definitiva, una magnífica pasarela de estrellas internacionales del pasado que demuestran su estado de forma actual; todo ello aderezado con importantes artistas nacionales rescatados del baúl de los recuerdos como Fórmula V, Los Inhumanos, Pablo Abraira, Los del Río, Pedro Marín... que en la mayoría de las ocasiones no se atreven al riesgo de la voz en directo.

Dado el éxito de audiencia del programa -que ha conseguido varios prime time-, esperamos poder seguir viendo figuras de esta talla por mucho tiempo.

(Actuación de Vicky Larraz con Bravo Samurai)